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ALIMENTACIÓN INSANA: UN MAL DE NUESTROS DÍAS

Conforme al artículo 43 de la Constitución “Compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de las medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios”, fomentando además la educación sanitaria.

Sin duda, entre lo hábitos de educación sanitaria se encuentran las conductas de alimentación. La evolución que éstas han experimentado constituyen una de las patologías generadas por el cambio de hábitos de vida, que como consecuencia de la celeridad y la escasez de tiempo ha hecho que el gusto por una buena dieta vaya cayendo en el abandono.

Todos los sectores de la población se ven afectados por este cambio, pero uno de los más sensibles al mismo es el infantil, que merece especial atención, sobre todo por las posibilidades de reconducción en las conductas alimenticias, más fáciles de moldear en personas de corta edad.

Este es el propósito del Ministerio de Sanidad a través del Programa Perseo, que enmarcado en la Estrategia NAOS de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y dirigido a niños de 6 a 10 años, pretende promover los hábitos alimentarios saludables e incentivar actividades deportivas, desplazando a un segundo plano el sedentarismo que supone el consumo de televisión o videojuegos.

Un equipo integrado por médicos de atención primaria, psicólogos clínicos y distintos profesionales sanitarios realizarán controles de peso, talla, masa corporal y perímetro abdominal, para en función de los resultados posibilitar el diseño de ulteriores campañas.

Esta iniciativa no ha estado exenta de críticas, que afirman que a través de ella se está propiciando un rechazo de los niños “gorditos”. Ciertamente, este no parece ser el objetivo del Programa, pues lo que persigue es la promoción de conductas correctas en la alimentación y también en el ocio. El sobrepeso es causa de numerosas enfermedades y es lógico que desde los poderes públicos se promuevan conductas sanas que redunden en beneficio de la salud, en este caso, de un sector de la población que debido a su minoría de edad es especialmente sensible.

El Ministerio también está trabajando en la elaboración de un plan global de prevención de los trastornos de la conducta alimentaria, integrado en la Estrategia Nacional de Salud Mental, desde el que pretende hacerse frente a patologías como la anorexia o la bulimia, que a priori, se presentan como la otra faz de la obesidad.

Sea como fuere, esta situación pone de relieve el deterioro de los hábitos de alimentación, base fundamental debe una buena salud, y la existencia de una patología en nuestra sociedad, y es lógico que las Autoridades Sanitarias muestren su preocupación por la misma y emprendan iniciativas para su erradicación, que no pretenden otra cosa que la preservación de la salud.

Publicado en Redacción Médica el Jueves 20 de Julio de 2006. Número 384.AÑO II