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PRESUPUESTO SANITARIO PÚBLICO DESEQUILIBRADO

Comentábamos en esta misma sección, hace pocos días, el papel relevante que debe jugar el Ministerio de Sanidad como coordinador y cohesionador del Sistema Nacional de Salud. El gasto sanitario público, en general, y la remuneración del personal sanitario, en particular, son un claro exponente de esa necesidad.

El incremento del gasto público sanitario en el año 2003 fue del 11,5 por ciento, frente al 8,8 por ciento del año 2002 (8,98 por ciento de media en el periodo 1999-2003). Es decir, la gestión autonómica ha incrementado considerablemente el gasto sanitario, aunque se introduzca como factor corrector el crecimiento de la población protegida para el conjunto del sistema. Ese incremento se ha producido de forma muy desigual en las distintas autonomías.

El componente más importante del gasto sanitario público lo constituye la remuneración del personal (45,29 por tanto sobre el total). En este capítulo de gastos de personal se ha producido el siguiente proceso: las primeras comunidades que asumieron las transferencias incrementaron las retribuciones del personal sanitario. Las que siguieron también lo hicieron para equilibrarlas con los niveles de las otras y así sucesivamente, pero ello sin que se haya conseguido una equiparación entre todas ellas, con el consiguiente sentimiento de agravio comparativo.

Así seguiremos si no se introducen criterios nacionales de cohesión, dada la permeabilidad del sistema en todos sus componentes. A este respecto, la Conferencia de Presidentes autonómicos, convocada por el presidente Rodríguez Zapatero para finales de julio y, de momento pospuesta, puede y debe constituir el primer paso importante para poner fin a los desequilibrios territoriales y a la carrera inflacionista seguida en esta materia.


Publicado en Redacción Médica el Martes 12 de Julio de 2005. Número 154. AÑO I